jueves, 24 de febrero de 2011

A ciegas

Paseaba por los oscuros pasillos, a ciegas. Extendiendo os brazos esperando, asi, no tropezarme con nada inesperado.
Por un momento de acordo de que guardaba una caja de cerillas en su bolsillo derecho del pantalon vaquero. Con los dedos conto las cerillas y comprobo que le quedaban pocas.
Cogio una y la froto con una fuerza impulsiva. Pero ni una sola minima chispa. Siguio el mismo ejemplo con todas las demas, una y otra vez. Pero ni un solo hilito de luz. Fuiosa, tiro la caja desesperadamente con una fuerza casi sobrenatural.
Cuando ya logro calmarse, busco la caja de cerillas que habia tirado anteriormente. La encontro y cogio una ultima cerilla. Primero, froto temblando, y no paso nada. Inspiro y espiro pofundamente. Esta vez froto rapida y segura, ya mas tranquila.
Un hilito de luz se encendio en el extremo del palillo. Un instante despues paso una gelida brisa.

La llama se fue. Y con ella todas sus esperanzas.

1 comentario:

  1. Me encantan todas tus publicaciones y pequeños escritos, pero este siempre ha sido el que mas me ha gustado :) me acuerdo cuando lo leí por primera vez en tu cuaderno/diario ese que tenías y me quedé como: wow! Nunca mejor dicho ;) Bueno, que me encanta tu blog pequeño pececillo :)

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